domingo, 18 de enero de 2009

EL HIJO DE ASTARTÉ (nuevo proyecto)

El rescate simbólico de mi infancia es mi objetivo como artista. No es sólo una propuesta de trabajo, también es mi beneficio como ser humano pues aporta cierto orden y coherencia al cúmulo de sensaciones, emociones e ideas que fluyen a mi conciencia. Los mitos ancestrales que viven en mi memoria me cuentan quién soy y de dónde vengo, y a cambio les dedico pequeños altares en agradecimiento.
"Mi madre era Astarté, diosa fenicia de la procreación y los placeres carnales. Reina del Jardín de las Espérides, recibía la visita de cientos de peregrinos a los que agasajaba con orgiásticas celebraciones. Las primaveras andaluzas y las marismas de su reino eran famosas en todo el mundo mediterráneo.
Un impreciso día, yo, el príncipe, su hijo, fui raptado y privado de su compañía, y la vida desde entonces es un limbo en el que mi captor hace de guía. Mi divina comedia, un viaje iniciático.
A veces creo ver Tartessos desde las tarimas que los artistas usan para alzar cuerpos y copiarlos. A ellas me subo a diario; en ellas la desnudez es un rango y la quietud es un rito de silenciosa liturgia.
Dicen que han visto a mi madre en Grecia y en Roma, también en Bizancio. Un prístino ciervo la acompaña. Olisquea el aire en busca de un rastro".

(Publicado en la revista Musa-emergente. Edición especial, Arco 2009)

1 comentario:

Fran Rueda dijo...

Como todo lo que haces, tiene ese aire mágico, que derrocha sabiduría lo mires por donde lo mires.

Besotes, guapo.

Entrellat