Antes de nada, caliente con mi aliento el frío de tus manos. Que mi desidia no cause desconsuelo. Al no escuchar un cambio en el acento, por olvidar se tenga lo no dado. Querer poder tuviera si alimenta, de ese modo, mi alimento a la ilusión noctámbula e insomne, vidriadas ansias en constante intento, famélico afán de quien se asienta en el ensueño.
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Antes de nada,
caliente con mi aliento el frío de tus manos.
Que mi desidia no cause desconsuelo.
Al no escuchar un cambio en el acento,
por olvidar se tenga lo no dado.
Querer poder tuviera
si alimenta, de ese modo, mi alimento
a la ilusión noctámbula e insomne,
vidriadas ansias en constante intento,
famélico afán de quien se asienta en el ensueño.
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